Vivió solo… y falleció igual; hallan a abuelito que llevaba 15 años mu3rto

🔸 Antonio Famoso falleció solo en su hogar y su cuerpo fue encontrado más de una década después

 

Durante 15 años, el cadáver momificado de Antonio Famoso reposó en su departamento en el barrio de la Fuensanta, en Valencia, sin que nadie preguntara por él. Ni vecinos, ni familiares, ni instituciones notaron su ausencia. El hallazgo ocurrió el pasado sábado, cuando bomberos entraron por la ventana de su domicilio tras una llamada de emergencia por una filtración de agua.

“El cuerpo, esquelético, se encuentra en avanzada fase de descomposición, momificado”, reportaron los agentes de la Policía Local, según información de El País. Estaba vestido, rodeado de palomas muertas e insectos, en una escena que parecía salida de una novela de terror.

Antonio, originario de Malagón, Ciudad Real, tenía cerca de 86 años. Era un hombre solitario, reservado y, según los vecinos, “no se metía con nadie”. Desde su separación, hace tres décadas, perdió contacto con el mundo. Se movía entre su casa, el supermercado, los paseos y el bar. Nadie lo extrañó.

“Cuando dejamos de verlo, pensamos que estaba en una residencia”, dijo Rafael, un vecino que finalmente alertó a la aseguradora por una filtración que terminó revelando el espeluznante secreto.

Algunos habitantes de la zona ni siquiera sabían que Antonio vivía allí. “Aquí no lo conocíamos. Nos hemos quedado alucinados”, contó una joven del vecindario. “Se echó a perder”, reflexionó otro residente sobre su decadencia tras la ruptura familiar.

Uno de los mayores misterios del caso es cómo es que nadie detectó el hedor del cuerpo en descomposición. ¿Nadie sintió nada durante 15 años? “La ventana, por donde entraron las palomas, estaba abierta. Por ahí se ventiló el olor durante años”, teorizó un vecino. Otro recordó que su tía “notó hace años una potente peste” que se esfumó en pocos días.

La puerta no estaba forzada, el pestillo estaba puesto por dentro y el buzón no acumulaba cartas. “Hay veces que recogemos la correspondencia para evitar que los ‘okupas’ se metan en casas donde no hay nadie”, dijo Rafael, quien presenció la entrada de los bomberos.

Según fuentes de la Policía Nacional, la muerte fue por causas naturales y no hay indicios de crimen. Pero el enigma financiero sigue: su pensión de jubilación se siguió depositando durante 15 años, lo cual permitió que se pagaran servicios y hasta una deuda vecinal de más de 11 mil euros. Todo desde una cuenta bancaria que siguió activa mientras Antonio yacía sin vida.

“Antonio abandonó a su familia hace tres décadas”, añadieron las autoridades. Ni sus hijos, ni nadie, reportó su desaparición. Su historia revela una cara cruda de la soledad y el abandono en las grandes ciudades. Antonio murió como vivió sus últimos años: en el silencio más absoluto.

Por editor

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